jueves, 23 de junio de 2011

SENDERISMO. Zumárraga - Azkoitia

El viernes 17 pudo parecer que nuestro grupo de senderismo celebrara la fiesta del ferrocarril.
¿Por qué lo digo? Porque durante toda la mañana nuestra relación con él iba a ser extensa. Nuestra cita era en la Estación del Norte, antes de las 8 de la mañana, para empezar minutos más tarde la jornada “senderil” subiéndonos al Cercanías con destino a Zumárraga y después caminar hasta Azkoitia por parte del antiguo trazado del ferrocarril del Urola, hoy convertido en la Vía Verde del Urola. Lo dicho: el ferrocarril con nosotros; o viceversa también.
En el transcurso del viaje, en una de las localidades por las que pasamos, habíamos visto algún paraguas abierto, pero…


… después de reunirnos en el andén de Zumárraga y ya en marcha, ligeros de equipaje, el cielo se fue despejando de nubes.


Atravesamos numerosos túneles, los mismos por los que hace años había pasado el tren del Urola


Desde “la vía” vimos en lo alto, casi escondido, un caserío.


En paralelo a nuestro camino, embelleciendo el panorama, Aizpurutxo.
En un punto cercano hubo cambio de marcha y se frenó,  tomando un txoko acogedor como “vagón restaurante”. Pero la parada no fue larga porque se había establecido un horario de llegada para la comida.


Sin salir de uno de los túneles, distinguimos la cercana entrada del siguiente.



Y, sin que nadie se “descarrilara”, llegamos a Azkoitia en el horario previsto.
Como iban senderistas azkoitiarras en el grupo, tuvimos la suerte de que se brindaran a enseñarnos el pueblo. Así pudimos ver parte de sus bellos  edificios, equipamientos y monumentos más notables: Frontones de Oteiza, Plaza Mayor, Ayuntamiento, Casa Leturiondo, parroquia Sta Maria, Casa Idiaquez,  Palacio de Insausti (cuna del Conde Peñaflorida), Biblioteca Aizkibel (antigua estación del ferrocarril de Urola restaurada), Escuela de Música, Casa Torre de Balda (en la que vivió la madre de nuestro paisano San Ignacio), Zubiaurre Elkargunea, etc.etc.
Y en la distancia, con el Izarraitz al fondo, …


…la ermita de San Martin, que en tiempos también fue hospital, con su viejo reloj en la torre.
Después de una estupenda comida en el restaurante Iturri sacamos la foto del grupo teniendo como fondo la Casa Torre de Balda, citada anteriormente.
Para la vuelta a casa el autobús fue el medio que empleamos, aunque este día nuestros amores habían sido para el  ferrocarril.
Había resultado un magnífico día, en el que el buen tiempo también nos acompañó.
Piiiiiii piiiiiiiiiiiiii. 
Próxima salida: Viernes 24 a las 9h. 
Piiiiiii piiiiiiiiiiiiii.
 Chu chu chu chucu chucu chucu chucu…………

C.Y.

viernes, 3 de junio de 2011

SENDERISMO. Igeldo - Kukuarri - Igeldo

El viernes día 20 los senderistas que esperábamos al autobús de Igueldo estábamos muy animados y sonrientes.
Me vino a la mente que, siendo niña, cuando iba al Monte Igueldo con mi familia, también lo hacía con mucha alegría e ilusión. ¡Ahí es nada!, ir en trolebús, subir en funicular, acodarte en la barandilla para ver las vistas, montar en el carrito tirado por un caballito o por una cabrita (en los dos eran demasiado), “volar” en las cadenas del tío-vivo, “navegar” por el Río Misterioso, ver a la osa Úrsula y, si nos portábamos bien, comprar cacahuetes que compartiríamos con los monitos allí enjaulados. Para el resto de las atracciones, … ”todavía eres muy pequeña”.
Con ese mismo entusiasmo parecía que estábamos los senderistas. Aunque no íbamos precisamente al “Parque de Atracciones del Monte Igueldo S.A.”, sino que se había programado caminar desde el Camping y, siguiendo por el camino a Perus, llegar hasta a la cima del Kukuarri, para luego volver al punto de partida.
(Como no puedo poner música en el blog, sugiero al lector que abra una nueva ventana y busque en ella esta página:
http://www.youtube.com/watch?v=Q8e9A1uXnns
De esa forma, mientras se leen estos comentarios, se oye una bonita canción; como si fuera su tema musical).


El Secretario de nuestra Asociación camina sonriente, al igual que todo el grupo, teniendo al fondo nuestro mar, nuestro querido mar, nuestro querido Cantábrico.




Mientras saborean su hamaiketako, estos caballos también miran a su/nuestro mar.




Y nosotros marchábamos en contacto con tres elementos naturales: Agua, Aire y Tierra; el cuarto, Fuego, lo llevábamos en nuestro corazón de senderista.





A lo lejos y pese a la bruma vimos a un viejo conocido: ese Ratón que parece quiere avanzar mar adentro.




Llegamos a la cima del Kukuarri (también conocida como Talaimendi) y pudimos contemplar la Andra Mari de Kukuarri, obra de Oteiza, y, a su lado, la cruz allí existente. Lo que veíamos desde aquel alto era maravilloso y no importaba que no brillara el sol, nuestros ojos… nosotros apreciábamos su belleza. Habíamos hecho cumbre y la primera parte de nuestro recorrido estaba cubierta.


A la vuelta, con ese fondo marino (para no variar), pudimos vislumbrar la costa donostiarra a pesar de que la niebla nos lo ponía difícil.
Después de tomar un rico pintxo de tortilla, parte del grupo nos dirigimos a paso rápido hacia el Camping para llegar puntuales a la salida del autobús, quedando atrás al resto ya que tenía intención de bajar caminando hasta el centro.
Resultó una estupenda salida. Habíamos caminado por el Camino de Santiago (ya nos queda menos) y charlado con unos peregrinos cuyo propósito era llegar a cubrirlo en su totalidad; la naturaleza nos brindó un magnífico panorama desde la cima del Kukuarri; esa mañana, con un cielo cubierto de nubes, se oían cercanos los cantos con los que nos saludaban los pajarillos. Y todo ello nos invitaba a mirar a …¡el mar amado, el mar apetecido, el mar, el mar, y no pensar en nada! (del poema Ocaso de Manuel Machado).

C.Y.