miércoles, 27 de julio de 2011

SENDERISMO. Igeldo - Aginaga

Las previsiones meteorológicas para el viernes 22 no eran todo los buenas que solemos querer, pero a pesar de ello el grupo acudió en buen número y puntualmente a coger el autobús que nos subiría a Igeldo para allí iniciar la marcha hacia Aginaga. Eso sí, los precavidos llevábamos chubasqueros y/o paraguas por si se cumplían los pronósticos.

"No pido otra cosa: el cielo sobre mí y el camino bajo mis pies", dijo Mark Twain. Los senderistas marchábamos con el cielo sobre nosotros, el camino bajo nuestros pies y, además, un bellísimo paisaje delante de nuestros ojos.

 
Siempre que pasamos por esta zona, disfruto de su encanto.
Y, si en la última salida habíamos caminado entre viñedos de txakoli y txakolindegis, este día lo hicimos entre manzanos y sidrerías.

El cielo con nubes, ciertamente, pero éstas se portaron bien y, de vez en cuando, hacían un hueco para permitir que el sol nos enviara sus rayos.

Estos hermosos animales, que miran con gran curiosidad a nuestro grupo,  nos saludaron con sonoros mugidos.

Bajando hacia la carretera general pudimos ver este meandro del río más largo y caudaloso de nuestra bella provincia, el Oria.
Invito a entrar en El río Oria, una de las páginas web con información sobre el mismo.

Cada vez que atravesamos este puente sobre el angulero Oria, atraen mi atención, en su margen izquierda, esa hermosa villa y el variado colorido de su entorno.
Después de cubrir el recorrido “oficial” tocaba … el pintxo en Santu Enea.
Una vez repuestas las fuerzas, los senderistas nos dividimos en dos grupos: uno, que cogería el tren en Usúrbil; y el otro, que decidió continuar la marcha hasta Lasarte para allí subir al tren que nos traería a Donosti.

Camino de Zubieta
Fue una bonita salida en la que la novedad no estuvo en el grupo, sino en la meteorología, porque NO LLOVIÓ. Así que este viernes disfrutamos de todo: del día, del tiempo, de la caminata, de los paisajes, de los compañeros, de la naturaleza; en definitiva, de lo que supone el senderismo.
Éste, según dice el Diccionario de la Lengua Española, es la  "Actividad deportiva que consiste en caminar por el campo siguiendo un itinerario determinado". ¿No deberíamos plantearnos solicitar su inclusión en las Olimpiadas? Y aunque el padre de los Juegos Olímpicos modernos, barón de Coubertain, dijera que “Lo importante no es ganar, sino competir”, nuestro grupo iría a conseguir la medalla de oro, porque SOMOS LOS MEJORES (la humildad no es lo mío).

C.Y.

viernes, 15 de julio de 2011

SENDERISMO. Orio - Txurruka - Mollari - Zarautz

El día 8 nos reunimos en la estación de Euskotren para subir al tren que nos había de llevar a Orio.
Allí comenzó nuestro paseo, que continuó por el camino a la playa de Txurruka en dirección a Zarautz.

 
En la primera parte del recorrido el grupo iba marchando entre viñedos de txakolí y txakolindegis.


Al pasar por el camping de Zarautz comprobamos que sus huéspedes disfrutan de magníficas vistas al mar.




Admirando la belleza del Cantábrico, continuamos la marcha por una senda magníficamente preparada y llegamos a Mollarri (Malla-Harria).
Según leímos en sus paneles explicativos sobre el antiguo cargadero, a éste se traía desde las minas de Andazárrate, en Asteasu (a más de 20 km), por cable aéreo en vagonetas (a modo de telesillas), el hierro a principios del siglo XX (1913-1924) para cargarlo en barcos para su transporte. En este último año se cerró y desde entonces estaba abandonado, quedando con el paso del tiempo oculto entre la maleza.
Una vez recuperado el edificio y rehabilitada la zona, se procedió a su inauguración hace pocos meses.

En los islotes de la punta se puede apreciar las bases de apoyo al tranvía aéreo (cuatro prismas rectangulares verticales) que transportaba el mineral desde tierra hasta las bodegas de los barcos.
En Mollarri se funden la naturaleza y la historia

Al salir de Mollari subimos por el cuidado camino, el mismo por el que antes habíamos bajado hacia el antiguo cargadero, y seguíamos oteando el Ratón de Getaria.

Al poco tuvimos a nuestros pies la magnifica playa de Zarautz.
En esta turística localidad, después de recorrer su Paseo Marítimo, terminó la bonita marcha de la mañana del día 8.
Y después del paseo…  al pintxo, que en Zaharretan nos lo preparan muy a nuestro gusto. Y así lo tomamos.
Cuando nos disponíamos a salir hacia la estación de Euskotren para volver a casa, Iñaki nos presentó a su amigo Camilo, conocido por todos nosotros ya que escribió sobre él en nuestra revista del pasado mes de mayo, y al que saludamos cariñosamente.
Resultó un agradable paseo, con una climatología estupenda para “senderear”, y muy aprovechado, ya que, aparte del ejercicio físico que realizamos y de disfrutar durante todo el recorrido del magnífico y bello paisaje de esta nuestra querida tierra, tuvimos la oportunidad, al menos en mi caso, de ampliar conocimientos al saber de la existencia de un lugar que en tiempos pasados tuvo importancia en la industria del hierro en Gipuzkoa. 

C.Y.

jueves, 7 de julio de 2011

SENDERISMO. Okendo - Ulía - Okendo.

Empezábamos el mes de julio subiendo a uno de los bellos parques urbanos que tenemos en San Sebastián: al Monte Ulía.
En él existieron en el pasado diversas construcciones como: la Batería Militar en Mompás, la Atalaya de Balleneros, el Faro para navegantes, el Parque de Recreo, un depósito subterráneo de agua apara la ciudad; también fue un adelantado en contar con instalaciones tales como el tranvía eléctrico y el transbordador aéreo, diseñado éste por Torres Quevedo. Y no hay que olvidar que el Camino de Santiago por la costa también transcurre por sus caminos.
Desde la casa de Cultura de Okendo miramos hacia lo alto este hermoso monte e iniciamos el ascenso. “La más larga caminata comienza con un paso"

El premio después de la “escalonada” -léase: después de la gran cantidad de escalones que tuvimos que subir- fue disfrutar de esta bella panorámica.

Cuando caminábamos, también seguíamos disfrutando del magnífico paisaje.


Los primeros del grupo, mientras esperaban al resto, se deleitaban contemplando el horizonte.


Por el molino, restos de un antiguo merendero, pasamos en dirección al albergue en cuyo bar tomaríamos el pintxo.


Al mismo tiempo que recuperábamos fuerzas, engordábamos nuestro ego donostiarra (solamente el ego) admirando esta bella postal.

 
En esta imagen, obtenida de la información que recoge nuestra compañera de senderismo Bea por medio de las nuevas tecnologías y que nos facilita puntualmente cada viernes, se ve el trazado del hermoso recorrido que hicimos, así como su perfil. Éste sí que es escalonado (sin comillas) en su exacta definición.
Habíamos tenido una estupenda climatología durante el paseo, lo que unido a la hermosura del paisaje hizo que esta salida nos resultara magnífica y satisfactoria. Y van...

C.Y.