Bravo por la música, siete notas clásicas.
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Bravo por la música, que nos hace mágicos.
Bravo por tener la comunicación.
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Bravo por la música, que nos hace mágicos.
Bravo por la gente que está en conexión.
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Bravo por la música, que nos hace mágicos.
Bravo por tener la comunicación.
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Bravo por la música, que nos hace mágicos.
Bravo por la gente que está en conexión.
(De la canción “Bravo por la música”, de Juan Pardo)
Como en el blog no es posible agregar música y el tema de hoy tiene mucho que ver con ella, te propongo que durante su lectura cantes una melodía, bien la que te sugiera la foto que estés viendo en ese momento, o la que más te ha gustado en el último concierto al que hayas asistido, incluso podría ser la de la canción de Juan Pardo -si la conoces, claro-, que figura al principio; la cuestión es cantar y así estar en conexión con lo que te voy a narrar.
Y digo que el tema de hoy tiene que ver con la música porque voy a escribir sobre la romería que, partiendo desde el barrio de Askizu (Getaria) hasta llegar a Elorriaga (Deba) a través del Camino de Santiago por la costa, fue organizada por la Quincena Musical de San Sebastian para el día 11 de Agosto, dentro del ciclo Quincena Andante. Yo interpreto esto como que aceptan como bueno lo que decía Platón, que la música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo. (En este caso, cambiaremos la gimnasia por el caminar).
Los “romeros” que hicimos ese recorrido fuimos amenizados, en vivo y en directo, por los diferentes grupos musicales que este día nos brindaban su actuación. En Askizu, a donde habíamos llegado en autobús, el Getariako Gazte Alaiak Txistulari Taldea nos recibió cerca de la iglesia y nos despidió al borde del camino, con el mar de fondo.
Este Cantábrico que siempre es el mismo, pero casi nunca está igual, fue testigo de nuestros saludos a los numerosos amigos o conocidos que también participaban en la marcha.
Este Cantábrico que siempre es el mismo, pero casi nunca está igual, fue testigo de nuestros saludos a los numerosos amigos o conocidos que también participaban en la marcha.
Dos de las bellas artes, música y pintura, compartiendo espacio en Zumaia. Por la primera, el Beheko Plaza Abesbatza, de Zumaia, y por la segunda, el Museo Zuloaga, en cuyos bellos jardines escuchamos las canciones que nos ofreció este coro.
De espaldas al mar y descansando en la Ermita de Andre Mari de Arritokieta después de la “su-bi-di-ta”, nuestro espíritu se alimentaba de la armonía que nos transmitían las bonitas canciones vascas interpretadas por jóvenes alumnos de la Escuela de Música de Zumaia.
Terminamos de ASCENDERRR el últimooo tramoooo y llegamos a esta campa cercana a Elorriaga, final del recorrido. Fueron los gaiteros de la Casa de Galicia quienes, haciendo sonar sus gaitas con diversas canciones, nos recibieron como a peregrinos que alcanzan el final de su camino. A pocos metros de allí tomamos el almuerzo, bien ganado, por cierto,
Y en el autobús de vuelta a San Sebastian también hubo música, la de las voces de los senderistas de Helduen Hitza cantando canciones vascas. De esa forma nos adherimos al ambiente musical de esa agradable mañana; al otro, al “marchoso”, ya nos habíamos incorporado desde el principio.
La romería de nuestro grupo terminó después de comer en el Hogar de Ayete, Topaleku. Como despedida, más música, cuando cantamos los versos escritos por una compañera de la Asociación al final de la temporada de Senderismo.
C.Y.
Y en el autobús de vuelta a San Sebastian también hubo música, la de las voces de los senderistas de Helduen Hitza cantando canciones vascas. De esa forma nos adherimos al ambiente musical de esa agradable mañana; al otro, al “marchoso”, ya nos habíamos incorporado desde el principio.
La romería de nuestro grupo terminó después de comer en el Hogar de Ayete, Topaleku. Como despedida, más música, cuando cantamos los versos escritos por una compañera de la Asociación al final de la temporada de Senderismo.
¡VIVA LA MÚSICA!
C.Y.