Tal como dije en el comentario anterior de la salida del día 23, aunque la marcha había finalizado en Topaleku, nosotros no habíamos terminado de visitar bellos e interesantes lugares.
Cuando salimos de allí nos dirigimos hacia el palacio de Ayete, atravesando los jardines diseñados por el jardinero real Ducasse.
Sabemos que el palacio de Ayete fue construido en 1878 por los Duques de Bailén sobre los terrenos de la casa solar de los Hayet y que en él se alojaron Isabel II, Alfonso XII, Alfonso XIII y la reina María Cristina, habiendo pasado por sus salones muchos personajes ilustres. En 1939 el Ayuntamiento compró el Palacio y se lo ofreció al general Franco, quien lo utilizó desde 1940 a 1975 como residencia veraniega. En 1975 el Ayuntamiento recuperó el Palacio y los jardines fueron abiertos a todos los donostiarras.
Sabemos que el palacio de Ayete fue construido en 1878 por los Duques de Bailén sobre los terrenos de la casa solar de los Hayet y que en él se alojaron Isabel II, Alfonso XII, Alfonso XIII y la reina María Cristina, habiendo pasado por sus salones muchos personajes ilustres. En 1939 el Ayuntamiento compró el Palacio y se lo ofreció al general Franco, quien lo utilizó desde 1940 a 1975 como residencia veraniega. En 1975 el Ayuntamiento recuperó el Palacio y los jardines fueron abiertos a todos los donostiarras.
Posteriormente nos dirigimos hacia la Casa de la Paz y los Derechos Humanos, inaugurada días pasados.
Viendo esto, a alguno le vino a la mente que Campoamor, don Ramón de Campoamor y Campoosorio, tenía razón cuando dijo que “en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”.
“Yo creo que la paz no es una paloma, sino el movimiento de sus alas blancas” es una de las frases que pudimos ver escritas en el interior de la Casa..
La madre Teresa de Calcuta dijo: “La paz comienza con una sonrisa”. Pongamos nuestro granito de arena en favor de esa paz tan necesaria y sonriamos siempre, porque “una sonrisa no cuesta nada, pero vale mucho”.
Shalom.La madre Teresa de Calcuta dijo: “La paz comienza con una sonrisa”. Pongamos nuestro granito de arena en favor de esa paz tan necesaria y sonriamos siempre, porque “una sonrisa no cuesta nada, pero vale mucho”.
C.Y.
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